El albergue registra una ocupación del 50% en tan sólo dos días desde su apertura
Con tan sólo dos días desde su apertura, el albergue municipal de Las Pedroñeras, gestionado por los Servicios Sociales y con capacidad para 110 personas, registra una ocupación del 50 por cien. [registro] Un balance positivo, según su encargado, José Carlos Jiménez, que afirmó que en las últimas campañas es el primer año que entran 50 personas el primer día con contrato de trabajo, requisito imprescindible para ser alberguista. Un dato que indica que cada vez es mayor la concienciación de los temporeros sobre la importancia de tener un contrato para poder acceder al albergue.
La oficina de Información permanece abierta desde las dos de la tarde para que los temporeros se acerquen con su contrato de trabajo o bien acuda el empresario o agricultor que vaya a dar de alta a los temporeros. Además el albergue cuenta con un intérprete, habitaciones con cuatro y seis camas literas, servicios comunes de duchas, lavadoras, frigorífico y comedor.
El albergue abre sus puertas a las una y media del medio días y cierra a las once de la noche. De siete de la mañana a una del medio día permanece cerrado, es en este horario en el que se realizan las tareas de limpieza.
Otro de los Servicios que se mantiene respecto al año pasado es la Guardería de Zonas Sensibles compuesta por dos agentes que se ubican en las zonas de mayor afluencia como parques municipales y supermercados y que tienen como objetivo ofrecer información a los inmigrantes que vengan a la campaña del ajo.
Cruz Roja
La campaña también ha empezado para Cruz Roja. Nuestra redacción se ha acercado hasta sus puertas donde una cola de inmigrantes, procedentes de Rumanía y Marruecos, esperan su turno para poder acceder al servicio de curas y duchas que está abierto todos los días. Además, se les ofrece mantas que utilizan para dormir por la noche en la calle y kits de higiene.
Son los rumanos los que suelen venir con sus familias, es el caso de Dan Tranca, viene de Badajoz y aunque tiene contrato de trabajo no puede ir al albergue ya que ha venido junto a su mujer y sus tres hijos. Hacen noche en una furgoneta entre los pinos y por el día su familia acude a Cruz Roja para conseguir principalmente leche en polvo para los menores.
También nos hemos encontrado casos como el del marroquí Mohameh, quien tras siete años trabajando en la construcción, debido a la crisis ahora está trabajando en las campañas agrícolas. Lleva tres días durmiendo en la calle aunque al final ha conseguido un contrato de trabajo y están esperando los papeles de la gestoría para ir al albergue. Él, junto a Ben Naser, viene de la campaña de la lechuga en Lorca, que tras el terremoto ha concluido antes de tiempo.
Otro grupo de marroquíes también esperan para acceder a los servicios de Cruz Roja. Tras trabajar en Quintanar del Rey en el sector de la Construcción llevan un año sin trabajo y prueban suerte en la campaña del ajo en busca de un contrato. [/registro]