El arado de la pasión de Cristo – Poema que se cantaba en Las Pedroñeras el día de la Cruz

Hoy os dejo también por aquí otro de los numerosos poemas tradicionales de nuestro pueblo de Las Pedroñeras, incluido en el segundo volumen de mi Cancionero popular de la Mancha conquense y publicado recientemente en mi blog sobre Las Pedroñeras. El poema se cantaba a modo de “mayos” dirigidos a Jesús, tradición esta desaparecida hoy en día. Creo, no obstante, que resulta valioso recordarla y dejar constancia de ella, más que nada para que este material no se pierda para siempre. Y a eso que me pongo. Gracias, de nuevo, a aquellas personas que me han ayudado en esta labor tan poco recompensada, pero grata para quien esto escribe.

 

Como veréis, alegóricamente el poema va describiendo las piezas que componen el arado tradicional tirado por caballerías; en él cada pieza simboliza, de modo metafórico, un elemento relacionado con la religión cristiana (de la pasión de Cristo, del duelo de la Virgen…). Es poema que podemos (o podíamos) oír en muchos pueblos manchegos, con diversas variantes, e incluso llegó a venderse en coplas u hojas volanderas. En el caso de Las Pedroñeras, la gente solía cantarlo el día de la Cruz, junto a la conocida como Cruz del Coso. Las partes del arado no coinciden en su totalidad con los nombres que en Las Pedroñeras recibían, por lo que cabe pensar que tal poema fue adoptado, pero no adaptado del todo, y, posiblemente, aprendido en esas coplas viajeras antes de difundirse oralmente.

 

[Fuentes de información: Agripina Bacete Navarro, Antonio Gallardo Izquierdo, Antonia y Domi Carrasco Pérez, Las Pedroñeras. Referencias y variantes en textos publicados: Mendoza (pp. 440-442), lo incluye en “Suplemento: Composiciones varias no narrativas”, apartado ‘Religiosas’ (lo titula El arado y la Pasión); Torralba (pp. 374-375, 386, 387); Rodríguez Marín (en Cantos, nº 6541)].

 

Ya estamos a tres de mayo,

día de la Santa Cruz.

Venimos a cantar mayos

a nuestro Padre Jesús.

A nuestro Padre Jesús le pido,

humilde y postrado, que

nos dé la gracia y luz

para cantar el arado.

El arado cantaré,

de piezas lo iré formando,

y de la pasión de Cristo

misterios iré explicando.

El dental es el cimiento

donde se forma el arado,

pues tenemos tan buen Dios,

que muere por los cristianos[1].

La cama será la Cruz,

la que tuvo Dios por cama.

El que siguiera [2] su Cruz

nunca le faltará nada.

El trechero que atraviesa

por el dental y la cama

es el clavo que atraviesa

aquellas divinas palmas.

La telera y la chapeta,

entre ambas hacen cruz;

consideremos, cristianos,

que en ella murió Jesús.

La mancera [3] es el rosal

donde salen los olores.

De su vientre virginal

María coge las flores.

La reja será la lengua,

la que todo lo decía;

válgame divino Dios

y la sagrada María.

El pescuño es el que aprieta

todas estas lavaciones;

contemplemos a Jesús,

afligidos corazones.

Las orejeras son dos

-Dios las abrió con sus manos-,

y significan las puertas

de la gloria que esperamos.

Las bilortas son los hierros

donde está todo el gobierno;

significan la corona

de Jesús de Nazareno[4].

La ijada [5] que el gañán lleva

agarrada con la mano

significa aquellas varas

con que Cristo fue azotado [6].

El gañán es el Cirineo [7],

el que a Cristo ayudara

a llevar la Santa Cruz

de madera tan pesada.

Los bueyes son los judíos,

los que a Cristo lo llevaron [8]

desde la casa de Anás [9]

hasta el Monte del Calvario.

El yugo será el madero

donde a Cristo lo amarraron,

y la soga, los cordeles

con que le ataron las manos.

Los frontiles son de esparto;

se los pones a los bueyes;

y al buen Jesús maniataron

con muy ásperos cordeles.

El timón ha de ir derecho,

que así lo pide el arado;

significa la lanzada

que le atravesó el costado.

El barreno [10] que atraviesa

la clavija del timón

es el clavo [11] que traspasa

los pies de nuestro Señor.

El barrón es la saeta

que tiraron al costado,

y la correa, el pañuelo

con que sus ojos vendaron.

Los collares son las fajas

con que le han sujetado [12];

los cencerros, los clamores

cuando lo están enterrando.

La azuela que el gañán lleva

para componer su arado

significa el martillo

con que remachan los clavos.

El surco que el gañán lleva

por medio de aquel terreno

significa el camino

de Jesús de Nazareno.

La estopeña [13] que se encuentra

el gañán cuando va arando

significa las caídas

que dio Cristo hasta el Calvario.

La semilla que derrama

el gañán por aquel suelo

significa la sangre

de Jesús de Nazareno.

El agua que el gañán lleva

metida en el botijón

significa la amargura

que bebió nuestro Señor [14].

Padres los que tengáis hijos,

ya habéis oído el Arado;

cuidad de su educación,

nunca olvidéis enseñarlo.

Ya se concluyó el arado

de la pasión de Jesús.

Adoremos a María,

que nos dé su gloria y luz

 

©Ángel Carrasco Sotos 


NOTAS:

[1] Otros, en este verso: “amparo de los cristianos”.
[2] Otros: “Al que guiase”.
[3] Otros: “La madera”.
[4] Es muy común, al menos en Las Pedroñeras, llamarle Jesús de Nazareno a Jesús Nazareno.
[5] ijada: aguijada.
[6] Otros: “con que Cristo lo azotaron”.
[7] Se refiere a Simón Cirineo, que ayudó a Jesús a llevar la cruz camino del Calvario.
[8] Otros: “los que a Cristo amarraron”.

[9] Anás: sumo sacerdote judío que presidió el Sanedrín o consejo ante cuya presencia fue llevado Jesús cuando lo detuvieron en el huerto de Getsemaní.

[10] En otra versión: “el bujero”.
[11] Otros: “significa que traspasa”.
[12] Otros: “con que lo tienen fajado”.
[13] Otros: “Las toparras”.

[14] En otra versión cambian los versos segundo y cuarto, y dicen “metida en el botijo” y “de nuestro Señor Jesucristo”, respectivamente.

 

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