La cautela protagoniza la primera jornada sin mascarillas en interior en la vida cotidiana de los manchegos
Radio Azul ha recogido testimonios en Las Pedroñeras sobre esta decisión. La mayoría sigue llevando mascarilla en interiores hasta irse familiarizando
Precaución y desconocimiento de la eliminación de las mascarillas en interiores es lo que Radio Azul y nuestra compañera Lorena Carramolino ha podido comprobar en las calles de Las Pedroñeras esta mañana, tras la publicación del BOE.
Por la calle, en exteriores, la regla general es llevarla, ya que ya estaba eliminada la obligatoriedad. En interiores es otra cosa. Hay gente que prefiere aún la prudencia y ver cómo va evolucionando la situación.
Una pareja, sin mascarilla puesta en el exterior, ha admitido que sí la llevan, pero en la muñeca, «como hemos ido a llevar a los niños a la escuela y en interiores la queremos seguir llevando, está guardada, pero en la calle no la llevamos», contaban en estos micrófonos.
El hombre y la mujer, en este caso, abogan por prevenir, «hasta que no veamos cómo se desarrolla la situación, seguiremos así», dice el hombre, a lo que la mujer añade que, a pesar de mantener la prudencia, «ya estamos muy cansados de ella, aunque con la alergia me ha venido muy bien, pero es cierto que en verano te ahogas».
También hemos comprobado cuál es el comportamiento en un lugar cerrado que aglutina a bastante gente, como puede ser un supermercado. En Carrefour Express de Las Pedroñeras la gran mayoría de personas la seguían llevando, algunas porque no se habían enterado de que ya no era obligatoria, como una clienta, «de todas formas, voy a seguir llevándola por lo que pueda pasar«, reconoce tras enterarse de la noticia.
También admite la relajación en su círculo más cercano respecto a las mascarillas, «con mis nietas ya me la quito«.
Y es que, sin darnos cuenta, la mascarilla ha formado parte de nuestra vida durante 700 días, «es mucho tiempo», cuenta la mujer que admite su despiste, «ya no sé muchas veces si la llevo puesta o no, entro a casa me pongo a limpiar y no me doy cuenta que la sigo llevando».
La mascarilla para los empleados se mantiene
¿Y los trabajadores?, pues van a seguir trabajando y atendiendo con ella, al menos durante un mes. Es lo que ha confirmado el gerente, Miguel Ángel Ortiz: «Vamos a prolongar el uso de la mascarilla, sobre todo en puestos donde el contacto con el cliente o producto es muy directo, durante, al menos, un mes«.
Tras pasar ese mes, según cuenta el gerente, «se volverá a evaluar en función de los datos sanitarios, pero, de momento, seguimos con el mismo protocolo».
Ortiz ha querido recordar el primer día cuando se instauró la obligatoriedad de mascarillas en interiores, «teníamos que estar en la puerta para exigir que el cliente pasase con mascarilla, pero hoy no podemos obligar a nadie«.
Además, dice que, entre la clientela, hay “un poco de confusión y precaución” y que el 70 u 80 por ciento de los clientes de hoy la siguen llevando.