Page dice que las soluciones al problema del agua pueden pasar por «trasvases en otras condiciones y cantidades»

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido que al problema del trasvase Tajo-Segura y del abastecimiento de agua a los dos millones de personas que se benefician de él en el Levante tiene que haber soluciones de «todo tipo» y algunas tendrán que ver con el intercambio hidráulico y con «trasvases en otras condiciones y otras cantidades».
García-Page ha dicho no descartar un espacio largo de transición en el modelo de la gestión del agua de España, pues hay otras fórmulas «que antes se pusieron en marcha y que alguno se han empecinado en boicotear», en referencia a las desaladoras.
«A este paso habrá pueblos de Castilla-La Mancha que tendrán que pedir agua de la desalación del mar para poder beber, porque tenemos cuencas con déficit hidráulico», ha advertido. Y es que el titular del Ejecutivo castellano-manchego ha defendido que los trasvases «no son una solución sostenible de futuro» y que «se equivocan quienes piensan que se puede seguir generando una economía a base de un recurso que es mínimo».
«Un trasvase es un hipoteca importante para una parte del país y no es sostenible que una parte se desarrolle a costa del frenazo de otra. Si queremos política de trasvases tendrá que valer para todas las cuencas», ha reiterado. Y es que a juicio de García-Page, quien asegura que el problema del agua está solucionado «está mintiendo», ha recomendado a quien mantiene ese argumento que se acerque al cabecera del Tajo o vea como discurre este río a su paso por Talavera de la Reina o por Toledo.